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EL TEMA (Convivencia ciudadana en las Vías)
El Código Nacional de Tránsito establece que rige en todo el territorio nacional y regula la circulación de los peatones, usuarios, pasajeros, conductores, motociclistas, ciclistas, agentes de tránsito y vehículos.
De este texto podemos extraer que hay tres actores de tránsito: peatones, pasajeros y conductores.
También señala que regula la actuación y procedimientos de las autoridades de tránsito.
Su artículo 135 indica que la autoridad de tránsito debe seguir el procedimiento siguiente para imponer el comparendo: 1) detener la marcha del vehículo, 2) extender el comparendo y 3) ordenará al presunto infractor que se presente ante la autoridad de tránsito, sin precisar que debe presentarse es ante una Autoridad de Supervisión, ya que es la facultada para imponer una sanción dentro del proceso contravencional.
El Manual de Infracciones de Tránsito complementa lo relacionado a la actuación y procedimientos del agente o policía de tránsito (Autoridad de Control Operativo) en el sentido de establecer que debe “identificarse plenamente ante el actor de tránsito”, “brindar un trato amable, cortes y respetuoso”, “solicitar los documentos tanto del conductor como del vehículo” y “suministrar la información suficiente al usuario respecto de la infracción cometida y procedimiento a seguir”
Mi experiencia me indica que es muy extraño que una autoridad de control operativo cumpla con esos deberes; ya que son muy impacientes y viven de prisa. Más bien se tornan muy enjutos y rígidos.
Considero que todas esas falencias se debe principalmente a que la convivencia ciudadana cada día se deteriora más y más, a los problemas que todos cargamos y la falta de autocontrol por parte de la autoridad y del ciudadano requerido.
Todo lo anterior genera inseguridad y que la comunicación no sea la mejor dentro del procedimiento que se está realizando.
Podemos llegar a creer que la autoridad de tránsito le da temor ser amable para que no lo vean débil y susceptible de sobornar. Prefiere mostrarse como un dragón y transmitir que a él no se le puede decir nada.
Tal vez lo que voy a pedir suena muy iluso, pero estimo que una autoridad se ayuda mucho en la medida que se vea firme, pero amable y cortes. Así, la situación no se pone tensa y el actor de tránsito estará más presto a acatar sus órdenes e indicaciones.
Por su parte, la recomendación para los actores de tránsito es que deben ser respetuosos en todo momento. Preguntar y hacer lo estrictamente necesario para evitar malos entendidos y situaciones incómodas. Auto controlarse.
De todos depende la optimización de la movilidad, la adecuada convivencia ciudadana y el respeto a la vida e integridad de las personas.
De resto, vamos a seguir viendo esos tristes y deplorables espectáculos donde sólo hay enfrentamiento verbal y hasta físico.
Bogotá, julio 7 de 2019
JORGE ENRIQUE HERNANDEZ
Director
MOVILIDAD TOTAL
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